viernes, 29 de mayo de 2015

Estudio comparativo entre el Sistema de planificación 3D y la técnica convencional 2D, en los tratamientos de braquiterapia H.D.R en Ca de cuello uterino.


Carrera: Licenciatura en Producciòn de Bioimágenes
Docentes: Lic. Mónica Cositorto
                  Lic. María Lidia Paz

Alumno: Cristian Rojas

La técnica por excelencia utilizada en tratamientos de Braquiterapia de Alta Tasa de Dosis (acrónimo en inglés, HDR, High Dose Rate) en Ca de cuello uterino, es en 2 dimensiones (2D). En los últimos años, se ha comenzado a planificar los tratamientos mediante técnicas computarizadas en 3 dimensiones. Es de gran importancia notar, que ambas técnicas difieren en la dimensión cartesiana en que se tomen los datos, es decir, la forma de cálculo manual se realiza en 2 dimensiones, mientras que el planificador puede resolver en 3 dimensiones. El motivo de esto es que es necesario establecer lapsos razonables en cada etapa del tratamiento, por lo que desarrollar una técnica manual (convencional) en 3 dimensiones sería un proceso matemáticamente engorroso, en donde los errores serían un factor enorme en dichos cálculos dosimétricos.
Tanto las técnicas como el equipamiento para el intento de  curar y/o reducción volumétrica de ciertos tumores malignos, ha evolucionado de manera notable, ponderando tanto la dosimetría, como el confort global del paciente, de modo que el tratamiento sea menos invasivo y logrando de esta manera disminuir el dolor e incomodidades que sufre en este tipo de tratamientos invasivos.
Para justificar estas tecnologías, y que puedan ser masivamente utilizadas, es necesario demostrar que todo proceso involucrado sea mejor que el anterior, es decir, que los beneficios sean superiores al detrimento, parámetro fundamental a la hora de sopesar una técnica nueva frente a la predecesora. En el caso particular de braquiterapia, la planificación de tratamientos, y su asociada dosimetría, debe ser cada vez más precisa, ya que nos encontramos en una época en que las conclusiones de estudios a largo plazo comienzan a arrojar nuevos resultados, en donde las prácticas que utilizan tecnologías de avanzada son más abundantes. Existen métodos que utilizan tecnología de última generación (TPS), a las que solo es necesario ingresar las imágenes radiográficas obtenidas con el método convencional (par radiológico ortogonal) e incorporar, a la computadora, los datos necesarios para que ésta calcule automáticamente la dosimetría necesaria para la planificación, con la debida  supervisión de los profesionales a cargo. La forma convencional de realizar esto sin la ayuda de un computador, es planificar en forma manual, contando con el equipamiento adecuado. El dosimetrista realizará las mediciones y cálculos dosimétricos necesarios sobre las mismas imágenes radiográficas que fueron tomadas en iguales condiciones a las utilizadas en el TPS y de este modo llegar a un resultado que debería ser análogo. Es de gran importancia notar, que ambas técnicas difieren en la dimensión cartesiana en que se tomen los datos, es decir, la forma de cálculo manual se realiza en 2 dimensiones, mientras que el planificador puede resolver en 3 dimensiones. Esto es debido a que es necesario establecer lapsos razonables en cada etapa del tratamiento, por lo que desarrollar una técnica manual (convencional) en 3 dimensiones sería de un proceso matemático engorroso, en donde los errores serían un factor enorme en dichos cálculos dosimétricos.

CÁNCER
El Cáncer se puede definir como una enfermedad donde la proliferación y diferenciación celular están alteradas, es decir “crecimiento descontrolado que progresa hacia la expansión sin límites”. Las células tumorales se diferencian de las células sanas debido a su cinética de crecimiento, la cual es mayor a la de las células normales.
El aumento gradual en el número de células con capacidad para dividirse crea una masa creciente de tejido conocido como un "tumor" o "neoplasia". Si la tasa de división celular es relativamente rápida y no hay señales de lesión en su lugar para activar la muerte celular, el tumor crecerá rápidamente de tamaño; si las células se dividen más lentamente, el crecimiento del tumor será más lento. Sin importar la tasa de crecimiento, los tumores finalmente aumentan de tamaño debido a que nuevas células se están produciendo en cantidades mayores de lo que es necesario.
Generalmente el cáncer se inicia en un grupo reducido de células, y se expande localmente destruyendo los tejidos normales que lo rodean, lo que se conoce como “invasión”, para finalmente viajar por el torrente sanguíneo o linfático colonizando órganos distantes, lo cual se conoce como “metástasis”. Este último estado depende del tamaño del tumor, no obstante, tumores pequeños pero mucho más agresivos, pueden hacer metástasis rápidamente.
Los tumores se clasifican como benignos o malignos.
Los tumores benignos son tumores que no se pueden diseminar por invasión o por metástasis, por lo tanto sólo crecen localmente. Los tumores malignos son aquellos que son capaces de diseminarse por invasión y por metástasis. Por definición, el término "cáncer" se aplica sólo a los tumores malignos.

CÁNCER DE CUELLO UTERINO
EPIDEMIOLOGÍA:
El cáncer de cuello uterino (CCU) continúa siendo el tumor ginecológico más frecuente en los países en vías de desarrollo, ocupando el segundo lugar luego del cáncer de mama. La OMS ha estimado 500.000 nuevos casos por año, de los cuales el 80% ocurren en países subdesarrollados. A pesar de ser una enfermedad evitable, el CCU sigue teniendo una alta prevalencia en nuestro país por la influencia de los factores de riesgo asociados al mismo: inicio precoz de relaciones sexuales, múltiples parejas sexuales, edad joven al primer parto, multiparidad, bajo nivel socioeconómico y enfermedades de transmisión sexual como: herpes simple tipo 2 y el HPV (VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO), sumándole a esto, las dificultades de acceso a los programas actuales de prevención del sector de la población de riesgo o vulnerable.
En países desarrollados la citología cervical, como método de screening, ha logrado reducir significativamente la incidencia y mortalidad por CCU. Los países subdesarrollados han tenido limitaciones como: baja cobertura de mujeres tamizadas, dificultades en el seguimiento de las pacientes con “pap” anormal, sensibilidad de la prueba entre moderada y baja (falsos negativos). En nuestro país, el Instituto Nacional del Cáncer ha publicado las nuevas recomendaciones para CCU que incluyen la prueba del HPV para tamizaje primario en Argentina y que, complementada con citología, permitirá reducir los falsos positivos y negativos del screening citológico. El Ministerio de Salud de la Nación ha aprobado la incorporación de este método para la prevención del CCU. En el año 2011 el Instituto Nacional del Cáncer, en colaboración con el Programa Nacional de prevención del Cáncer Cérvico-uterino, ha iniciado un proyecto para la incorporación de la prueba de HPV en los servicios de salud de la provincia de Jujuy, que luego extendería al resto de las provincias. La prueba de HPV por captura híbrida es una tecnología de biología molecular que detecta la presencia de ADN de los 13 tipos de HPV de alto riesgo oncogénico en las células del cuello uterino.

METODOLOGÍA DIAGNÓSTICA EN CÁNCER DE CUELLO UTERINO
*Examen ginecológico con evaluación de parametrios por tacto rectal (eventualmente bajo anestesia general).
*Examen de grupos ganglionares: inguinales, axilares, supraclaviculares. Con adenopatías palpables: punción biopsia con aguja fina (PAAF).
*Citología.
*Colposcopía.
* Biopsia para confirmar histología.
*Análisis de laboratorio.
*Rx de tórax.
*Urograma excretor.
*Cistoscopia.
*Rectosigmoideoscopia.
*Tomografía axial computada, abdóminopelviana.
*RNM: de mayor utilidad para la definición de planos en las indicaciones quirúrgicas primarias y para la evaluación de cirugías de rescate en las recurrencias.
* PET (Tomografía por Emisión de Positrones) en pacientes con CCU localmente avanzado para estadificación, respuesta al tratamiento y detección de recidivas.

FORMA DE DETECCIÓN
El diagnóstico de la presencia de CCU en la mujer se confirma cuando los síntomas preliminares y la prueba de Papanicolaou, indican la posible existencia de cáncer, el médico entonces lleva a cabo una biopsia, la cual consiste en la remoción quirúrgica de una muestra pequeña del tejido para su examen microscópico. (En el caso de las leucemias, una muestra pequeña de sangre sirve para el mismo propósito).
Este examen microscópico le indica al médico la existencia de un tumor y además su naturaleza (benigna o maligna).
Bajo el microscopio el tejido canceroso se caracteriza por su distintiva apariencia. Entre las características que el médico busca, están: un gran número de células de forma irregular, dividiéndose, la variación en el tamaño y la forma nuclear, la variación en el tamaño y la forma de la célula, la pérdida de las características especializadas de la célula, la pérdida de la organización normal del tejido y un límite externo mal definido del tumor.

MECANISMOS DE DISEMINACIÓN
Las principales vías de diseminación del CCU son: hacia la mucosa vaginal, extendiéndose de forma microscópica más allá de los límites de la lesión visible o palpable, hacia el miometrio del segmento uterino inferior y el cuerpo, especialmente en el caso de las lesiones originadas en el endocérvix; hacia los linfáticos paracervicales y desde allí a los ganglios linfáticos afectados con más frecuencia (es decir los ganglios obturadores, hipogástricos e iliacos externos), y extensión directa hacia estructuras adyacentes o parametrios, que pueden alcanzar la fascia obturatriz y la pared de la pelvis verdadera.
La extensión de la enfermedad hacia la vejiga o el recto puede asociarse o no con la aparición de fístulas vesicovaginales o rectovaginales (orificio o comunicación normal entre el recto y la vagina).
Se ha apreciado en diversos estudios anatómicos que la localización de la afectación linfática muestra una correlación con el estadio de la enfermedad.

RADIOTERAPIA.
Es un tratamiento con radiaciones que trata de llevar la máxima dosis de radiación posible a las células tumorales, con un mínimo de dosis a los tejidos circundantes. De la cual se desprenden dos modalidades: Teleterapia que quiere decir “lejos”, por lo que significa terapia a distancia y Braquiterapia.

BRAQUITERAPIA.
Es un método de tratamiento en el cual se usan fuentes radiactivas selladas para suministrar la dosis a corta distancia en un tejido o tumor, por medio de aplicaciones intersticiales, intracavitarias o intraluminal. Consiste en insertar pequeñas fuentes radiactivas en contacto con el volumen tumoral, es decir terapia de corta distancia. Con este tipo de tratamiento, altas dosis de radiación pueden ser transportadas localmente al tumor, afectando en lo mínimo a los tejidos contiguos sanos.
La braquiterapia se puede clasificar de la siguiente manera:
Braquiterapia:
            1) Tipo de procedimiento               a) baja tasa de dosis
b) alta tasa
2) Duración del tratamiento          a) Temporal
b) Permanente
3) Formas de aplicación, por        a) Intersticial
    la posición                                               b) Endocavitaria

De acuerdo al tipo de procedimiento:
BRAQUITERAPIA DE BAJA TASA DE DOSIS (LDR)
La rapidez de dosis de radiación liberada de la fuente radiactiva es baja, por lo que el paciente debe permanecer durante varias horas aislado, generalmente dos o tres días, para poder recibir la dosis indicada.
BRAQUITERAPIA DE ALTA TASA DE DOSIS (HDR)
La rapidez de dosis absorbida liberada de la fuente radiactiva es alta, por lo cual será entregada en un lapso corto de tiempo, reduciendo así el tratamiento a minutos.  
BRAQUITERAPIA DE CCU. PLANIFICACION DE CALCULOS
Desde las primeras aplicaciones de la Braquiterapia, la región anatómica que más a menudo se trata es el cérvix del útero, aunque con la técnica intracavitaria se pueden tratar otras regiones, como son el endometrio, la vagina y el recto.
En la braquiterapia intracavitaria de baja tasa de dosis se usaban tres técnicas: Sistema Paris, Sistema Manchester y Sistema de Estocolmo. Actualmente el método más usado para braquiterapia de alta tasa de dosis es el sistema de Manchester que tiene una gran aceptación no solo por el control que tiene sobre las fuentes sino también por su alta adaptabilidad a varios estadios de CCU.
Sistema Manchester: Utilizaba caucho negro en el ovoide vaginal. Consistía en dos aplicaciones de 72 hrs. cada una en el intervalo de 10 días, comúnmente se utilizaban tres fuentes uterinas, pero el número de fuentes utilizadas dependía de la longitud de la cavidad uterina. Actualmente, para diferentes tamaños de vaginas se disponen de diferentes tamaños de ovoides y el número de fuentes depende de la histerometría.

PROCEDIMIENTO DEL ESTUDIO COMPARATIVO.
Se analizaron aleatoriamente las dosimetrías de distintos implantes de braquiterapia HDR  pertenecientes a pacientes con patología de CCU, que previamente recibieron radioterapia externa (CO60 y ALE) en caja a pelvis (50.4 Gy en 28 fracciones con técnica isocentrica) más braquiterapia endocavitaria, cuando las condiciones anatómicas lo permitieron. En la serie de implantes se comparó la dosimetría efectuada por placas ortogonales utilizando HDR con la dosimetría efectuada por TAC, evaluando los puntos de prescripción de dosis, dosis en órganos de riesgo versus uso de volúmenes en iguales condiciones (definidos por ICRU 38 e ICRU 50;  Comité Internacional de Unidades y Medidas Radiológicas-ICRU).
El dispositivo usado en los implantes fue el Fletcher-Suit-Delclos, siendo controlado con placas ortogonales para la dosimetría posterior. Las dosimetrías se efectuaron siguiendo el método tradicional (Manchester). Se marcaron en las placas el punto vesical, punto rectal, punto útero-cérvix (volumen blanco); adicionalmente, para optimizar la dosimetría de alta tasa de dosis se marcaron los puntos A y puntos B. Se efectuó el cálculo de dosis y se procedió al tratamiento de las pacientes según guías americanas de HDR y puntos de restricción según ICRU 38. Previo al tratamiento se realizó una TAC pélvica con dispositivo in situ con cortes cada 5 mm, se marcó en cada corte el dispositivo, vejiga, recto y volumen blanco cervico-uterino. Una vez reconstruidas las distintas estructuras se efectuó idéntica dosimetría para cada paciente según placas ortogonales y sus respectivas restricciones. Las dosimetrías por placas ortogonales y TAC se realizaron utilizando el programa Brachyvision (Varian), obteniéndose las dosis en puntos de interés ICRU e histogramas de dosis/volumen para cada órgano a riesgo (vejiga y recto), según corresponda. El tratamiento se efectuó utilizando el equipo de carga automática diferida remota Varisource.

RESULTADOS:
Las dosis fueron comparadas para cada órgano de riesgo (vejiga y recto), marcado por TAC y por placas ortogonales. Los valores expresados en unidades Gray mostraron diferencias entre la dosis medida por placas ortogonales y la dosis calculada con TAC.
Para la vejiga estas diferencias alcanzaron un 260% y para recto el 133%, puntos calientes según ICRU 50.
Los volúmenes del tejido blanco fueron medidos para cada paciente luego del implante, considerándose el cérvix (medido desde el tope del tándem central) y cuerpo uterino en su totalidad.
La dosimetría se optimizó según puntos ICRU y  normas de la American Brachytherapy Society en las placas ortogonales, posteriormente se trasladó la dosimetría a la TAC de simulación, comparando volumen blanco (útero–cérvix) versus volumen cubierto por curva de dosis prescrita (0.8 Gy / Puntos A y B). Se observó para todos los casos que la curva de isodosis prescrita no cubre al volumen blanco en su totalidad (100% cervix/utero parcial).

CONCLUSIÓN:
Las dosimetrías efectuadas con TAC son comparables a las realizadas por placas ortogonales, en relación a la dosis en puntos dosimétricos clásicos (Puntos A y B, con variación no mayor al 5%). Sin embargo, los puntos calientes fueron subestimados en dosimetría con placas para recto y vejiga (según ICRU 50), debido principalmente a la tridimensionalidad de las estructuras, la forma y pared de los órganos y su distancia a la fuente.
Los volúmenes blancos marcados en TAC (cérvix y cuerpo uterino) sumado a la dosimetría efectuada por puntos clásicos (placas ortogonales), generaron volúmenes de tratamiento que los cubren parcialmente (cuerpo uterino). No obstante, el volumen blanco con dosis prescrita cubre el cérvix satisfactoriamente, siendo un problema anatómico y no estadístico, debido a la patología a la hora de colocar el dispositivo.
Por lo que se concluye que a la hora de realizar la dosimetría debería ser realizada a través de TAC (ya que la dosimetría por placas ortogonales muestra menor exactitud), ajustándola según puntos de dosis para HDR, ya que su distribución en el tejido blanco eventualmente podría ser optimizada, por otro lado también puede ser más precisa la dosis que reciben los distintos órganos en riesgo y así evitar superficies calientes en los mismos.
Es preciso resaltar el valor del taponamiento vaginal debido a que aleja las estructuras de riesgo, principalmente vejiga, cuya variación de dosis es mayor a lo estimado por la dosimetría clásica. De acuerdo a la posición de este órgano, probablemente se generan puntos calientes a nivel de asas intestinales no deseables y no cuantificadas en el presente estudio. Así la toxicidad estaría dada por la dosis acumulada a los órganos en riesgo y no la dosis/fracción recibida (tanto aguda como crónica), realzando la importancia del factor geométrico para cada implante.

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Pagina de internet
http://www.cancer.gov/espanol/pdq/tratamiento/cuellouterino/Patient/page2