Carrera: Licenciatura en Psicología
Asignatura: Psicología General II
Docente: Magíster Marcelo Blasi
Silvina Cermesoni
Norma Conso
María Laura Dure Rolón
Octubre 2014
Introducción:
El desarrollo de un ser humano se da
desde su nacimiento hasta su muerte y es un proceso que contiene diferentes
características según la etapa de vida. Este proceso se ve constantemente
influido por el entorno social y cultural.
En la etapa de la niñez el
desarrollo es muy importante ya que es cuando el niño aprende e incorpora
comportamientos que lo acompañarán durante el resto de su vida. En esta etapa
el niño se ve influido por múltiples factores como la relación con sus
progenitores o figuras de apego que condicionaran su desarrollo.
Hay distintos teóricos sobre el
desarrollo infantil, cuyos principales exponentes son Piaget, Vygotsky y
Erikson. Ellos tienen posturas diferentes respecto a la construcción del
conocimiento de los niños y las etapas de aprendizaje.
Diferencia entre desarrollo y ciclo vital
Los cambios biopsicosociales que se dan en
diferentes etapas de la vida de un ser humano forman parte del desarrollo.
Estos son estudiados por la psicología del desarrollo.
El ciclo vital abarca el periodo desde la
fecundación hasta la muerte del individuo.
Desarrollo del bebé
Los
cambios más notables en el desarrollo del bebé se producen durante los dos
primeros años de vida.
Los
bebés nacen con cierto número de reflejos básicos, estos son una respuesta no
aprendida y automática a determinado estímulo, que tienen un importante valor
de supervivencia. Algunos de estos son:
-
Reflejo
de búsqueda, que es el giro de cabeza que hace el recién nacido en dirección a
la estimulación, como una caricia en la mejilla o para obtener alimentos al
orientar su cabeza hacia el pecho de la madre o el biberón.
-
Reflejo
de parpadeo, que es el parpadeo de los ojos que realiza el bebé frente a un
estímulo, como el de una luz brillante o de algún objeto extraño.
-
Reflejo
de succión, que es la acción de succión rítmica que permite al bebé obtener
nutrientes del pecho materno o del biberón.
-
Reflejo
de Moro, es innato y provocado por un
ruido fuerte o la pérdida de apoyo, en el cual el bebé extiende los brazos,
arquea la espalda y acerca los brazos entre sí, como si intentara sujetarse a
alguien.
-
Reflejo
de agarre palmar o el cierre de los dedos alrededor de un objeto que toca la
palma de su mano.
-
Reflejo
Babinski implica el estiramiento y encogimiento por reflejo de los dedos de los
pies de un bebé y el giro hacia adentro del pie cuando la planta es frotada.
La
aparición y desaparición de determinados reflejos en periodos establecidos son
consideradas señales de desarrollo neurológico normal y la mayoría de éstos desaparece en el
transcurso de los primeros seis meses.
Todos
estos cambios en el desarrollo también están acompañados por un desarrollo biológico del organismo de acuerdo
con el código genético subyacente, que es controlado por el proceso de maduración. Este desarrollo también depende
de los factores ambientales, como la nutrición.
En
promedio, durante el primer año de vida el bebé triplica su peso, su tamaño y
también hay un incremento en el volumen cerebral debido a la formación de
trillones de conexiones sinápticas entre neuronas. Estos complejos vínculos
hacen posible el aprendizaje, la memoria
y los procesos perceptuales y motores.
Poco
después del nacimiento, el bebé es capaz de distinguir entre numerosos
estímulos distintos, incluso el olor, el rostro y la voz de su madre, así como
diferentes sabores y muestra preferencias por lo dulce. La vista es el sentido que desarrolla más
lentamente y al mes de edad puede seguir un objeto en movimiento. La visión
básica de color se desarrolla alrededor de los ochos semanas de nacido y la
percepción de profundidad se desarrolla cerca de los seis meses. Puede ver los
objetos cercanos con más claridad y puede escuchar diferentes tipos de sonidos,
es particularmente sensible a los sonidos que corresponden a la voz humana.
Esta capacidad le permite prepararse para el desarrollo del lenguaje. El bebé
de hasta dos, tres o cuatro meses puede distinguir componentes de la música,
como el tono y el ritmo. Entre los cuatro y los seis meses de vida, el bebé
puede hacer distinciones entre expresiones faciales felices, enojadas y
neutrales.
También
a los dos meses de edad es capaz de aprender respuestas simples y de retener
recuerdos de esas conductas aprendidas durante días y semanas. A los seis o
siete meses puede retener recuerdos de rostros y de sonidos de determinadas
palabras un día después de haberlas escuchado.
En
cuanto a las capacidades motoras, el bebé unos cuantos minutos después de nacer
puede imitar las expresiones faciales de sus padres, esta conducta puede ser la
base de la comunicación entre el bebé y las demás personas. Durante los
primeros tres meses de edad, el bebé puede levantar la cara y comienza a
reemplazar lentamente los movimientos reflejos por movimientos voluntarios y
con propósitos determinados, como por ejemplo llevarse objetos a la boca y para
los cuatro o cinco meses, prefiere llevar los objetos a su campo visual y luego
a la boca, también rodar sobre sí mismo. Alrededor de los seis meses pueden
sujetar objetos estáticos de manera firme y comienza a atrapar objetos en
movimiento. Para los nueve meses sentarse sin apoyo y para el final del primer
año, el bebé puede permanecer de pie sin apoyarse.
Desarrollo emocional y social
En
esta parte se analizará el comportamiento emocional y social del bebé, y su
influencia en la vida futura (niñez, adolescencia y adultez).
Se
analizará el temperamento como “el cómo”
de la conducta, importancia del “Apego”, influencia del padre, y de la
educación en el desarrollo del niño.
Temperamento
Todos
los investigadores coinciden en que el temperamento representa un papel clave
en las experiencias de los niños. La definición de mayor peso en el mundo
científico, fue la de los psiquiatras Thomas y Chess (1977) .Ellos consideraban
que el temperamento era “el cómo” o estilo de la conducta de cada persona. Su
modelo se basó en la experiencia clínica y en el “New York Longitudinal Study”.
Dicho estudio trabajó con 131 niños de 3 meses a edad adulta. Thomas y Chess
propusieron un modelo de temperamento de
9 dimensiones que identificaba estas características o estilos temperamentales.
1.
Nivel
de actividad
2.
Ritmo
3.
Acercamiento-
retraimiento
4.
Adaptabilidad
5.
Umbral
de respuesta
6.
Intensidad de reacción
7.
Humor
8.
Tendencia
a la distracción
9.
Atención
y constancia
Todas
las personas se sitúan entre alto y bajo en cada una de las dimensiones.
Thomas
y Chess decían que el temperamento tiene una base biológica y estos estilos
temperamentales influían en las interacciones entre los individuos y su
ambiente. Ellos identificaron 3 tipos de temperamento, basados en el mismo
estudio:
1-
Niños fáciles:
Son juguetones y responden de manera positiva a los estímulos nuevos. Tienen
una respuesta positiva a la
novedad. Animo feliz y encantador, y desarrollan horarios
regulares de sueño y alimentación. Alrededor del 40% de los niños incluidos en
N.Y.L.S. (New York Longitudinal Study) fueron clasificados como fáciles.
2-
Niños difíciles:
Reaccionan de manera negativa a las situaciones difíciles y a la gente nueva.
Manifiestan reacciones exageradas, son impredecibles y se frustran pronto
cuando las cosas no se desarrollan a su gusto. Son irritables y muestran
dificultades para establecer horarios regulares de alimentación y sueño.
Aproximadamente el 10 % del grupo perteneció a esta categoría.
3-
Niños de reacción lenta o niños inhibidos: Tienen una respuesta ligeramente
negativa a la novedad y lenta adaptabilidad al cambio. Reaccionan a situaciones
desconocidas con conductas de aislamiento, de represión o ligera incomodidad.
Aproximadamente el 15 % del N.Y.L.S. pertenecieron a este grupo.
La
importancia de esto es que el “temperamento básico” no puede ser modificado.
Los niños se adaptarán mejor al medio cuando sus padres, maestros y otros
proveedores de cuidado toman en cuenta su temperamento natural u originario.
Teoría del Apego
El
apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres o
cuidadores, y que le proporciona seguridad emocional, indispensable para un
buen desarrollo de la personalidad.
Bowlby
en su obra El Apego (El apego y la Pérdida) 1980, establece que el apego es una
conducta instintiva y trascendental para la supervivencia, como la alimentación
y la reproductividad. Bowlby creía que
la calidad del apego que un bebé forma con sus padres (o cuidadores)
depende de la sensibilidad y la calidad de cuidado que recibió durante el
primer año de vida.
El
niño utiliza a la madre como base segura para la exploración, y la percepción de cualquier amenaza activa
las conductas de apego y hace desaparecer las conductas exploratorias.
Mary
Answorth y colaboradores (1970) diseñaron la llamada” situación extraña” Un
procedimiento de laboratorio para estudiar la relación madre-hijo en el primer
año de vida. Este procedimiento recrea situaciones de separación entre el niño
y su cuidador.
Según
los resultados obtenidos se determinaron 3 estilos básicos de apego:
1-
Tipo seguro: Estos bebés (tipo B) utilizaron a su madre
como base segura para explorar el lugar.
De manera frecuente volteaban para localizarla y limitaron su
exploración cuando estaban ausentes. Lloraron cuando se fueron y los recibieron
con alegría cuando volvieron. El 65 y 70% de la muestra eran tipo B.
2-
Tipo inseguro-evitador: Niños que se mostraban prestando poca atención a sus madres al estar
ellas presentes en la habitación. Se separaron de ellas con facilidad cuando se
retiraron y las ignoraron al volver.
3
- Tipo inseguro resistente: Se aferraron a sus madres y se negaron a
explorar el lugar. Muy incómodos cuando sus mamás se fueron y siguieron mal e
incluso las ignoraron al volver. El 10% mostró este patrón.
Los
tres tipos de apego descriptos por Aisworth, han sido considerados por la mayoría de las investigaciones sobre
apego. Posteriormente se propuso un cuarto tipo: el desorganizado o
desorientado (D), que recoge muchas de las características de los grupos de
apego inseguro. (Main Salomón 1986). Cuando se reúnen con su madre, tras la
separación muestran una gran variedad de conductas contradictorias y confusas,
por ej.: miran para otro lado cuando son sostenidos por la madre.
El
desarrollo de bebés con apegos seguros se ve influido por la calidad del
cuidado de la madre. Cuando la madre posee un alto nivel de sensibilidad
maternal (capacidad de responder de manera apropiada a las necesidades del
bebé), los bebés tienen más probabilidades de desarrollar apegos seguros.
(Cummings, 2003, Thomson, Cattbrooks y Padilla Waker, 2003.)
Los
estudios longitudinales encuentran una correspondencia entre los estilos de
apego mostrados en la infancia y los manifestados en el desarrollo posterior
(Main 1996).
El
modelo representacional de la relación
de apego o modelos de trabajo interno, para Bowlby (1980) es una
“representación mental de sí mismo y de las relaciones con los demás. Este
modelo se construirá según las relaciones con las figuras de apego, y va a
servir (al sujeto) para interpretar las acciones e intenciones de los demás,
para dirigir su conducta. En estos modelos, es fundamental la incorporación de
elementos cognitivos y afectivos de quienes son las figuras de apego, dónde han
de encontrarse y qué se espera de ellas.
También
incluyen información de sí mismo. Si se es un niño capaz de ser valorado y
querido por las figuras de apego, esos sentimientos llegarán a la niñez,
adolescencia y adultez. De no ser así (no es valorado y querido), la persona
será insegura, tendrá problemas para confiar en los otros, no se sentirán
merecedores de amor o capaces de desarrollar buenas relaciones. En este
sentido, estos modelos son la base de la propia identidad y autoestima.
Influencia del padre
Tanto las madres como los padres difieren en sus conductas de
paternidad. Los padres tienden a motivar a sus hijos a ser independientes y
asertivos y a correr riesgos además de involucrarse menos en los cuidados
básicos (cambio de pañales, alimentación, baño, etc.) mientras que las madres
poseen generalmente conductas más
protectoras.
Además, existen diferencias culturales en cuanto al rol de la
paternidad, destacando que el aprendizaje cultural tiene un poderoso efecto en
la crianza de los hijos.
Estilos de paternidad
Estilos de paternidad
Existen tres estilos básicos de paternidad:
1-
Estilo con autoridad: los padres con autoridad establecen límites
razonables pero no son controladores en exceso. Explican sus decisiones en
lugar de limitarse a “imponer la ley”.
2-
Estilo autoritario: son padres rígidos y controladores en exceso. Exigen
y esperan obediencia incondicional de
sus hijos.
3-
Estilo permisivo: son los padres para quienes está todo permitido en
cuanto a la crianza de sus hijos. Responden de forma afectuosa pero son
demasiado laxos en el establecimiento de límites e imposición de disciplina.
Etapas del desarrollo psicosocial de Erikson
Etapas del desarrollo psicosocial de Erikson
Erik Erikson (1902-1994), teórico
psicodinámico, destacó la importancia de las relaciones sociales en el
desarrollo humano, y que este desarrollo psicosocial avanza por medio de una
serie de etapas que comienza con la niñez temprana y continúa hasta la edad
adulta. Él creía que nuestras personalidades se forman de acuerdo a la manera
en que enfrentamos una serie de crisis o desafíos psicosociales durante estas
etapas. Describió cuatro etapas que se extienden durante la infancia y cuatro
durante la adolescencia y la edad adulta.
Teoría del desarrollo cognitivo de Piaget
Jean Piaget
(1896-1980) es el teórico del desarrollo más importante de todos los tiempos.
La psicología
del niño no puede limitarse a recurrir a factores de maduración biológica, ya
que los factores que han de considerarse
dependen tanto del ejercicio o de la experiencia adquirida como de la vida
social en general.
La psicología
del niño trata de explicar las funciones mentales por su modo de
formación, o sea, por su desarrollo en el niño.
Con el fin de
comprender su teoría debemos considerar lo que él quiere decir con el término
esquema. Un esquema es un marco mental para comprender o interactuar con el
ambiente. Los seres humanos forman
imágenes o representaciones mentales llamadas esquemas sociales para
encontrarle sentido a su ambiente social, un ejemplo son las primeras
impresiones formadas cuando conocemos personas nuevas.
Con el paso
del tiempo los esquemas cambian a medida que el niño se adapta a nuevos
desafíos y demandas. La adaptación es un proceso de ajuste que permite a las
personas funcionar con eficacia en el ambiente. Esta consta de dos procesos:
asimilación, que es la incorporación de objetos o situaciones nuevas a los
esquemas existentes y la acomodación, que es la creación de nuevos esquemas o
la modificación de los existentes.
Para la teoría piagetiana los niños progresan más o
menos a las mismas edades a través de
cuatro etapas de desarrollo cognitivo:
-
Etapa sensorial-motora
-
Etapa preoperacional
-
Etapa operacional concreta
Etapa de las
operaciones formales
Etapa
sensorial-motora (desde el nacimiento hasta los 2 años)
Es el periodo
anterior al lenguaje. En esta etapa a falta de función simbólica el lactante no
presenta todavía pensamiento ni afectividad ligada a representaciones que
permitan evocar las personas o los objetos ausentes. En esta etapa durante el primer mes de vida están
presentes los reflejos, del primer al octavo mes el control voluntario de
algunos movimientos, del octavo a los doce meses dirigen su conducta a la
obtención de una meta y a actuar de acuerdo a un propósito (gatear, primeros
pasos para ir en busca de algún juguete)
Etapa
preoperacional (de 2 a 7 años)
Al principio
de esta etapa los niños carecen de la habilidad para realizar operaciones
lógicas básicas, es decir, aplicar principios básicos de la lógica a sus
experiencias. Es la etapa de la formación de representaciones simbólicas que
son los símbolos que representan nombres y experiencias (palabras, lenguaje).
El niño
demuestra egocentrismo ya que su visión del mundo se realiza desde la
perspectiva propia.
El
pensamiento animista es propio de esta etapa y es la creencia que tiene el niño
que los objetos inanimados tienen cualidades de los seres vivos.
Dos
limitaciones mas del pensamiento preoperacional son la irreversibilidad
(incapacidad para revertir la dirección de una secuencia hasta su punto de
inicio) y la centración (tendencia a enfocarse en un solo aspecto de una
situación a la vez).
Etapa
operacional concreta (de 7 a 11 años)
Esta etapa
está marcada por el desarrollo de la conservación (reconocer que la cantidad o monto de un objeto permanece
constante a pesar de los cambios superficiales en su apariencia externa).
Etapa de
las operaciones formales (desde la pubertad a la adultez)
En esta etapa
se alcanza la madurez cognitiva plena.
Se logra el pensamiento abstracto y lógico, se generan hipótesis y se desarrolla el
pensamiento deductivo.
Conceptos centrales de la perspectiva de Vygotsky
El psicólogo
ruso Lev Vygotsky nació en el mismo año que Piaget, 1894, y es el fundador de
la teoría socio-cultural en psicología. Su obra en esta disciplina se
desarrolló entre los años 1925 y 1934, fecha en la que falleció a los 38 años
de edad a causa de una enfermedad infecciosa, la tuberculosis. Mientras Piaget
se enfocaba en la comprensión del ambiente físico de los niños (el mundo de los
objetos y las cosas), Vygotsky se ocupaba primordialmente de cómo llegan a
comprender su mundo social.
La teoría de
Vygotsky se basa principalmente en el aprendizaje sociocultural de cada
individuo y por lo tanto en el medio en el cual se desarrolla. Considera al
aprendizaje como uno de los mecanismos fundamentales del desarrollo, y el
contexto ocupa un lugar central y la interacción social se convierte en el
motor del desarrollo. La teoría se refiere a como el ser humano ya trae consigo
un código genético o “línea natural del
desarrollo” también llamado código cerrado, la cual está en función del
aprendizaje, en el momento en que el individuo interactúa con el medio
ambiente. Su teoría toma en cuenta la interacción sociocultural, en
contraposición con Piaget. No se puede decir que el individuo se constituye de
un aislamiento, más bien de una interacción donde influyen mediadores que guían
al niño a desarrollar sus capacidades cognitivas. Con esto se refiere al concepto de “zona de desarrollo próximo (ZDP)” que es la distancia entre el nivel
real de desarrollo y el nivel de desarrollo potencial, lo que el niño pueda
realizar por sí mismo y lo que pueda realizar con el apoyo de un adulto, como
en el aprendizaje escolar, que ha de ser congruente con el nivel de desarrollo
del niño y se produce más fácilmente en situaciones colectivas. La interacción
con los padres facilita el aprendizaje.
Para Vygotsky
“la única buena enseñanza es la que se adelanta al desarrollo”. El conocimiento no es un objeto que se pasa de uno a otro, sino que es algo
que se construye por medio de operaciones y habilidades cognoscitivas que se
inducen en la interacción social. Vygotsky señala que el desarrollo intelectual
del individuo no puede entenderse como independiente del medio social en el que
está inmersa la persona, el desarrollo de las funciones psicológicas superiores
se da primero en el plano social y después en el nivel individual. La
transmisión y adquisición de conocimientos y patrones culturales es posible
cuando del plano interpsicológico se pasa al plano intrapsicológico. A ese
complejo proceso de pasar de lo interpersonal a lo intrapersonal se lo
denomina internalización. Vygotsky formula la ley
genética general del desarrollo cultural que dice que: cualquier función
presente en el desarrollo cultural del niño, aparece dos veces o en dos planos
diferentes, en primer lugar aparece en el plano social, para hacerlo luego en
el plano psicológico. En principio aparece entre las personas y como una
categoría interpsicológica, para luego aparecer en el niño (sujeto de
aprendizaje) como una categoría intrapsicológica. Al igual que otros autores
como Piaget, Vygotsky concebía a la internalización como un proceso donde
ciertos aspectos de la estructura de la actividad que se ha realizado en un
plano externo pasan a ejecutarse en un plano interno. Vygotsky afirma que todas
las funciones psicológicas superiores son relaciones sociales internalizadas.
Vygotsky rechaza totalmente los enfoques que reducen a la psicología y al
aprendizaje a una simple acumulación de reflejos o asociaciones entre estímulos
y respuestas. Existen rasgos específicamente humanos no reducibles a
asociaciones, tales como la conciencia y el lenguaje, que no pueden ser ajenos
a la psicología. A diferencia de otras posiciones (Gestalt, Piagetiana), Vygotsky
no niega la importancia del aprendizaje asociativo, pero lo considera
claramente insuficiente. Mientras que para el conductismo mediacional, los
estímulos (E) y respuestas mediadoras (R) son, según el principio de
correspondencia, meras copias no observables de los estímulos y respuestas
externas, los mediadores Vygotskyanos no son réplicas de las asociaciones E-R
externas, ni un eslabón más de las cadenas asociativas, los mediadores son instrumentos que
transforman la realidad en lugar de imitarla y su función no es
adaptarse pasivamente a las condiciones del medio, sino modificarlas
activamente. El concepto Vygtskyano de mediador
está más próximo al concepto Piagetiano de adaptación como un equilibrio de
asimilación y acomodación que al conductismo mediacional. Al igual que Piaget
se trata de una adaptación activa
basada en la interacción del sujeto
con su entorno. El desarrollo de la estructura cognoscitiva en el
organismo es concebido como un producto de dos modalidades de interacción entre
el organismo y su medio ambiente: la exposición directa a fuentes de estímulo y
de aprendizaje mediado. La experiencia de Aprendizaje Mediado es la manera en
la que los estímulos remitidos por el ambiente son transformados por un agente
mediador. Este agente mediador guiado por sus intenciones, su cultura y su
inversión emocional, selecciona y organiza el mundo de los estímulos. Los tres
componentes de la interacción mediada son: el organismo receptor, el estímulo y
el mediador. El efecto de la experiencia de aprendizaje mediado es la creación
en los receptores de una disposición, de una propensión actitudinal para
beneficiarse de la exposición directa a los estímulos. Esto se puede traducir
en mediar para enseñar a aprender.
Vygotsky distingue dos clases de instrumentos
mediadores, en función del tipo de actividad que posibilitan: la herramienta y los signos. La herramienta modifica
al entorno materialmente, mientras que el signo es un constituyente de la cultura y actúa como mediador en
nuestras acciones. Existen muchos sistemas de símbolos que nos permiten actuar
sobre la realidad, entre ellos encontramos: el lenguaje, los sistemas de
medición, la cronología, la aritmética, los sistemas de lectoescritura, etc. A
diferencia de la herramienta, el signo
o símbolo no modifica materialmente el estímulo, sino que modifica a la
persona que lo utiliza como mediador y, en definitiva, actúa sobre la
interacción de una persona con su entorno.
Los medios de ayudar a la ejecución son: modelamiento, manejo de
contingencias, instrucción, preguntas y estructuración cognoscitiva.
Modelamiento, manejo de contingencias y retroalimentación son los principales
mecanismos para ayudar a los aprendices a través de las zonas de desarrollo
próximo (ZDP). Los medios de ayuda en la ejecución específicamente lingüísticos
(signos) son instruir, preguntar, y la estructuración cognoscitiva. La
instrucción pide acciones específicas. Preguntar pide específicamente
respuestas lingüísticas.
Los seguidores de Vygotsky creen que los padres y los educadores deben
utilizar la técnica del andamiaje para
ayudar a los niños a adquirir nuevas habilidades. En ésta técnica, el padre o
instructor escala el grado y el tipo de instrucción al nivel actual de
habilidad o conocimiento del niño y a medida que se desarrollan las
competencias del niño, la guía y la instrucción directas serán menos
necesarias.
La obra de Vygotsky aún tiene gran influencia no sólo en la psicología del
desarrollo sino también en la educación.
Bibliografía
Bowlby, John. Una base segura. Aplicaciones Clínicas de una teoría del
apego. Editorial Paidós. Barcelona. (1988).
Erikson, Erik. Infancia y Sociedad. Ediciones Hormé. (1966).
Keogh, Bárbara K. Temperamento y rendimiento escolar, 2003.
Oliva Delgado, Alfredo. estado actual de la Teoría del Apego, 2003.
Piaget, Jean; Psicología del niño. morata, 1984.
Keogh, Bárbara K. Temperamento y rendimiento escolar, 2003.
Oliva Delgado, Alfredo. estado actual de la Teoría del Apego, 2003.
Piaget, Jean; Psicología del niño. morata, 1984.